Diario de trabajo periodístico de Isidro Flota Encalada

miércoles, 14 de marzo de 2012

Una probadita del cuarto poder.

Hoy salí con Collí a visitar algunos municipios por el sur del centro del estado, o sea, Hoctún, Xocchel, Sacabah y Huhí. No encontramos cosas muy interesantes y la verdad andábamos tan de prisa, con el sol abrasándonos (con "s"), como para andar rolando por mucho tiempo. Lo interesante fue que tuvimos una plática de refresco -no de café- sobre el cuarto poder.
Recuerdo que cuando estaba en el Diario de Yucatán tenía una línea dura contra el alcalde de ese entonces (el doctor Juan Ramón Martínez Contreras) y prácticamente me la pasé un año golpeándolo por doquier. Como resultado me gané mucho enemigos en el PAN, partido al que pertenece (y que no ha vuelto a ganar en Izamal desde entonces) y más por el hecho de que mi mamá es una priista muy activa. Esa experiencia me enseñó que como periodistas debemos estar dispuestos a ser odiados por muchas personas, sobre todo los que están en el poder; el ser humano suele odiar lo que teme y eso significa que también debemos aprender a ser temidos.
Ellos tienen la espada (el poder) pero nosotros tenemos la pluma (las palabras publicadas). ¿Qué es más fuerte, la pluma o la espada?

Después de redactar mis notas, fui con mis hijos al parque mientras mi esposa impartía clases en Bellas Artes. Al llegar todo parecía normal con excepción de una pareja de adolescentes que estaba muy acaramelada en el centro de los juegos infantiles. Como llegaron más niños casi junto a nosotros, pensé que la pareja se iría, pero no, siguieron allí en una posición escabrosa frente a los niños.
Los chamacos jugaban y corrían, pasando junto a ellos sin inmutarse; de repente el asunto se calentaba y empezaban los besuqueos. Eso me enchiló con ganas y recordé mi plática con Collí, así que decidí hacer una pequeña prueba.

Saqué la pequeña cámara con la que ando siempre y les tomé fotos en plena "faena" con los niños jugando alrededor; ellos se dieron cuenta pero no dijeron nada. Me les acerqué y les dije firmemente:

-Muchachos, tengo varias fotos de ustedes besuqueándose frente a los niños; yo soy periodista y si en este momento se van, no haré nada; pero si se quedan los sacaré en el periódico. ¡Piénsenlo!

Al principio se rieron, pero vieron que empecé a tomar notas en mi pequeña libreta -que también cargo siempre-, lo cual indicaba que hablé muy en serio. Se quedaron estupefactos por un momento, pero inmediatamente, se fueron.

¿Fue lamentable la situación? Sí, pero al menos me quedo con el hecho que los ciudadanos reaccionamos antes que los perros y los políticos, quienes sólo entienden al vil periodicazo.

Hasta pronto.

2 comentarios:

  1. Felicidades que bueno que les dijiste a esos muchachos. No tiene mucho que nos pasó algo similar en el parque a la vuelta de la casa, mientras jugabamos había junto una pareja de pubertos con las piernas entrelazadas como si nadie mas existiera a su alrededor, que desagradable! Saludos

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    1. Sí, es una situación desagradable y hay que ponerlos en su lugar a veces. Gracias por comentar.
      Saludos.

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